D. Francisco interpone demanda de juicio ordinario contra su hermana Dña. Luisa en la que reclama la titularidad en un 33.33% de las participaciones del negocio familiar  y sobre las cuentas bancarias vinculadas dado el despojo al que ha sido sometido por su hermana de dicho negocio. 

La oposición realizada por la hermana de D. Francisco, Dña Luisa se centra en desmentir los hechos expuestos en la demanda exponiendo que D. Francisco no tiene ninguna titularidad en el negocio familiar y exige el cese de la medida cautelar impuesta solicitada por la parte demandante. 

Se dictó sentencia reconociendo a D. Francisco como titular de la tercera parte de la comunidad de bienes y condenando a Dña. Luisa a la parte proporcional que le corresponda. Esta sentencia fue oportunamente recurrida por la parte demandada primeramente en un recurso de aclaración donde se pedía al tribunal que esgrimiera a quién le correspondía cargar con el coste de la medida cautelar y más tarde en un recurso de apelación solicitando que la parte actora sufragara el coste de la Administración judicial. El demandante se opuso debidamente a dicho recurso de apelación alegando que las medidas cautelares se pagarían en su correspondiente procedimiento. 

La sentencia final otorga la razon a D. Francisco y confirma lo expresado por la anterior sentencia recurrida. 

El objetivo era lograr que nuestro cliente fuera satisfecho con su parte del negocio familiar que le correspondía a pesar de que éste hubiera tenido participaciones secundarias en el negocio. 

Nuestra estrategia era demostrar que la empresa familiar era una comunidad de bienes que pertenecia en su tercera parte a nuestro cliente y lograr que la demandada procediera a su pago. A su vez dejar claro durante el proceso que el coste de las medidas cautelares se sufragan durante su propio procedimiento.