Los demandantes, cónyuges casados en régimen legal de gananciales, con fecha 21 de marzo de 2011 suscribieron con la demandada una escritura de Préstamo con Garantía Hipotecaria, comenzando por tanto en ese momento, la relación comercial existente entre ambas partes.

La cuestión que puede parecer baladí, sin embargo a nuestro entender no lo es tanto, si se tiene en cuenta que los actores terminaron suscribiendo un contrato de préstamo hipotecario con una entidad de la que no habían sido nunca
clientes, porque se vieron de alguna manera influenciados por la inmobiliaria que medio en la compra del inmueble, colocando de ese modo a la entidad bancaria demandada en una posición de prevalencia respecto del resto de entidades bancarias y respecto de mis mandantes, pues la propia agencia inmobiliaria “recomendó” a los actores contratar la financiación con la demandada.

D. Luis y Dª. Ana tienen la condición de consumidores. D. Luis, se encuentra jubilado, mientras que Dª. Ana se ha dedicado siempre a las labores del hogar, cuestiones estas sobradamente conocidas por la entidad financiera y que revelan la mala fe de la entidad que sabido su perfil no le informó debidamente de las condiciones del préstamo.

La demandada impusó a los actores una serie de gastos y tributos que debería ser precisamente la entidad demandada quien los soportase.

Es más, la demandada incluso impuso a los actores los gastos relativos a la contratación de una gestoría de su confianza para la realización de los trámites conducentes a la inscripción del crédito hipotecario en el Registro, encargándose
en este caso dichos trámites a la gestoría.

El objetivo del cliente consiste en que se dicte Sentencia por la que:
1.- Se declare que los “apartados a), b) y c) de la Estipulación Quinta” de la Escritura de Crédito con Garantía Hipotecario suscrito entre las partes el día 12 de julio de 2005, eran nulos.
2.- Se condene a la demandada restituir a los actores la cantidad de CUATRO MIL SESENTA Y TRES EUROS, CON SETENTA Y CINCO CENTIMOS DE EURO (4.063, 75 euros), más intereses legales correspondientes o SUBSIDIARIAMENTE, se la condene a reintegrar a los actores todos los gastos e impuestos correspondientes a la constitución del préstamo hipotecario que por aplicación de normas imperativas o por resultar beneficiado de los
mismos correspondían al banco, más los intereses legales correspondientes.
3.- Se condene a la demandada al abono de las costas que se deriven del presente procedimiento.

La estrategia del abogado esta dirigida a demostrar que los gastos soportados por los actores son abusivos, pues han sido impuestas por la demandada y no negociadas con el demandante.