Doña Paloma y don Federico solicitaron a la entidad financiera Banker un préstamo, constituyendo una hipoteca sobre dos fincas propiedad de estos como garantía de dicho préstamo y un seguro de vida vinculado a ésta. Después de unos años los esposos empezaron a tener problemas económicos y procedieron a solicitar al banco una ampliación de la hipoteca, modificando los intereses y el pazo total del saldo pendiente de pago. Hasta que un año falleció don Federico, dado que él era el único que trabajaba, la viuda doña Paloma no podría hacer frente al pago de las cuotas de la hipoteca, pero con la ayuda de sus familiares consiguió hacer frente a los pagos. Ante esta situación el banco obligó a suscribir un seguro de amortización del préstamo hipotecario, pero con unas primas elevadas, y cuyo beneficiario era el banco.

Doña Paloma instó a la compañía aseguradora al pago de las cuotas pendientes de la hipoteca, ya que el banco era el beneficiario del seguro, pero dicha compañía se negó a realizar el pago alegando que el difunto Federico había fallecido de un cáncer en la boca, pero que éste había manifestado en el formulario de asistencia de la póliza que no era fumador. Por lo que esto eximia de la obligación a la entidad aseguradora de hacerse cargo del siniestro.

El objetivo del cliente es que se admita a trámite el escrito y que tras los trámites legales pertinentes se dicte Sentencia por la cual la obligación de la entidad aseguradora demandada de afrontar la amortización del préstamo hipotecario con el banco Banker, con los límites de las cantidades aseguradas estipuladas en la póliza del seguro. Y que se proceda a la actualización según el IPC de las cantidades si se estima pertinente.

La estrategia del abogado es demostrar que la entidad aseguradora tenía que haber satisfecho a el banco Banker las cantidades que estaban aseguradas, y que ésta al negarse puso en situación de extrema necesidad a doña Paloma que no podía pagar sola la cuantía de las cuotas de la hipoteca y solo con la ayuda de su familia tuvo consiguió hacerlo. Además, que la negación del pago de la entidad aseguradora se basan en premisas falsas, que no se estipularon en el contrato de seguro, además del lógico enriquecimiento ilícito a favor de ésta por no desembolsar las cantidades aseguradas.