El 5 de agosto de 1994, Don Vicente, ejecutoriamente condenado por un delito de tenencia ilícita de armas y de quebrantamiento de condena respectivamente, con apreciaición de la reincidencia, fue sorprendido por el agente de policía en la puerta de un bar en el momento en que procedía a entregar una bolsa pequeña a cambio de un billete a un individuo no identificado. Al descubrir la presencia policial, Don Vicente se introdujo corriendo en el bar, arrojando 6 envoltorios pequeños conteniendo heroína en cantidad de no posible determinación al retrete, lugar de donde fue recogida ya mojada. A Don Vicente le fueron ocupadas 4.000 ptas. en billetes de mil, uno en la mano izquierda y el resto entre sus objetos personales.

El objetivo del cliente es que se le absuleva del delito que se le acusa.

La estrategia del abogado es la interposición del Recurso de Casación alegando que no existe prueba suficiente para enervar la presunción de inocencia.