Madrid, 11-12-2001

Don Vicente, se dirige a un taller que se anuncia como autorizado por la marca oficial de su vehículo para realizar una revisión, ajustar el portón trasero y revisar la dirección en frío. Tras su devolución le indican que también le han cambiado el aceite. 7 días después de la visita, cuando el coche había rodado 78 km, surge una avería que obliga a volver al taller que parece que no guarda relación con la anterior reparación el coste es de 499 euros, 7 días después de la segunda reparación acontece otra avería que según el marcador del coche proviene de falta de presión de aceite pero no existe ninguna mancha de aceite en la carretera. El presupuesto que le ofrece el taller es de 5718 euros por rotura de monocontacto de presión. Vicente, extrañado llamó a la casa oficial del vehículo y le comunicaron que dicho taller no estaba autorizado por la marca, finalmente repara en la casa oficial el vehículo suponiéndole un gasto de 4737 euros. Vicente reclama al primer taller la cantidad.

Que la demandada abone la cantidad reclamada por la reparación que la casa oficial del vehículo tuvo que realizar.

Después del intento de conciliación con la empresa demandada, el abogado de Don Vicente para conseguir la indemnización por daños y perjuicios, intenta demostrar que los daños sufridos fueron ocasionados por consecuencia de haber puesto en marcha el motor sin aceite de refrigeración en su depósito.