El supuesto de hecho se produce en el periodo comprendido entre el 4 de abril y el 27 de mayo de 2005, en la vivienda particular de la denunciante, Doña Ana.

Doña María, asistenta de hogar de Doña Ana, se encontraba de baja por enfermedad. Por ello, Doña Cruz (parte denunciada), fue contratada para que la sustituyera durante el periodo de ausencia de Doña María.

Doña Cruz aprovechó los días de trabajo en casa de Doña Ana para sustraer diversos objetos de valor (joyas, un teléfono móvil, etc.); además de dinero en metálico, que no devolvió. Parte de los objetos hurtados, los depositó Doña Cruz en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, concertando los correspondientes préstamos prendarios, a través de los cuales pudo obtener dinero en efectivo; para lo cual se consideró inicialmente que pudo contar con la ayuda de una amiga, Doña Josefa.

El cliente es Doña Ana. Su objetivo, la condena de Doña Cruz por el hurto cometido en su vivienda y, especialmente, la recuperación de los objetos y dinero sustraídos.

La estrategia del Abogado se basa en demostrar que Doña Cruz se aprovechó de su trabajo como empleada de servicio doméstico de Doña Ana, para sustraer de su vivienda distintos objetos de valor, así como dinero en efectivo, perteneciente también a otros miembros de su familia. Igualmente, la demostración de que parte de dichos objetos sustraídos se encontraban todavía depositados, como prenda, en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad, dónde la denunciada había acudido para empeñarlos.