Supuesto de hecho.

Los socios de una empresa de alquiler de transportes acudieron al despacho ya que la mercantil se enfrentaba a una grave situación de insolvencia. Tras analizar el caso, se concluyó la necesidad de iniciar el concurso de acreedores voluntario de la empresa y, de forma paralela el concurso de acreedores de persona física de algunos de dichos socios ya que agobiados por la presión de las deudas se había constituido como avalistas de los préstamos de la sociedad.  

Se interpuso así solicitud de concurso de acreedores, aportando toda la documentación debida exponiendo en la memoria económica todas las circunstancias que habían producido la insolvencia del negocio de nuestros clientes, cuya causa principal fue la ausencia de ingresos durante el confinamiento del Covid 19. En la solicitud se solicitaba el nombramiento de Administrador Concursal y la liquidación de los bienes y que aún quedaban en la empresa (varios vehículos). La estrategia mantenida en la liquidación se ha basado en la continua comunicación con la Administradora Concursal.

El objetivo pretendido era el de obtener el máximo precio posible por los bienes pendientes de liquidación para saldar el mayor número de deudas posibles ya que de forma paralela habíamos solicitado el concurso de alguno de los socios como personas físicas y la exoneración de dichas deudas solicitando la concesión de la Ley de Segunda Oportunidad. De esta manera, reducíamos el pasivo a exonerar a los socios como personas físicas.

Finalmente, tras la última venta, se consiguió el objetivo pretendido: Liquidar y disolver la sociedad y asegurar que el administrador de la sociedad no tendrá ninguna derivación de responsabilidad por las deudas surgidas.  

Objetivo. Cuestión planteada.

Que se declare el concurso voluntario y de manera simultánea la conclusión del mismo.