Supuesto de hecho.

En este caso se reclama extrajudicialmente el abono de los “gastos hipotecarios”, reclamación en la que se incluye la solicitud del pago del interés legal. 

La entidad bancaria abona lo correspondiente al principal, obviando el pago del interés legal, que asciende a 291,79€, incluso después de formularse un segundo requerimiento extrajudicial fehaciente reclamando esta cantidad. 

Por tanto, el consumidor se ve obligado a acudir al auxilio judicial en reclamación de esta escasa cuantía, 291,79€, por lo que se interesa la condena en costas con expresa  declaración de temeridad. 

Lo que se persigue con esta pretensión es que el consumidor no cargue con ningún coste judicial, así como conseguir un efecto disuasorio en este tipo de prácticas bancarias extrajudiciales, que tanto daño hacen, dejando a miles de consumidores “a medias” en sus reclamaciones, ya que existe la posibilidad de que los consumidores renuncien a reclamar lo que en Derecho les corresponde, por no incurrir en costes y riesgos procesales.

El Tribunal declara la expresa temeridad de la entidad, estableciendo en el fundamento jurídico tercero: (…)”es procedente la condena a la parte demandada al pago de las costas conforme al art. 394.3 LEC, por haber incurrido en temeridad (SAP Guipúzcoa 667/2018, de 12 de diciembre, S Nº 71/2020 de fecha 02/09/2020 del Juzgado de 1ª Instancia e instrucción Nº 4 de Tolosa- UPAD, S Nº 86/2019 de fecha 04/07/2019 del Juzgado de 1ª Instancia e instrucción Nº 2 de Tolosa- UPAD, entre otras muchas).“ 

Todas las sentencias citadas por la Juzgadora han sido ganadas por la abogada Vanessa Páez Ortiz. (Se adjuntan en los documentos)

Esta resolución se enmarca dentro de una tendencia judicial creciente que sanciona estas prácticas bancarias, aplicando preceptos como el artículo 32.5 de la Ley de Enjuiciamiento Civil, con el objetivo de evitar que los consumidores soporten cargas procesales en reclamaciones de escasa cuantía.

Objetivo. Cuestión planteada.

Que se condene a la parte demandada 291,79 euros en concepto de interés legal y la nulidad de la cláusula contractual financiera quinta de gastos a cargo del deudor.