Supuesto de hecho.

La Sra. Ana contrató a la empresa Construcción S.L. para realizar una obra de adecuación en su vivienda, con el objetivo de adaptarla a las necesidades de una persona dependiente. La contratación se basó en un presupuesto de 8.563,55€ (IVA incluido), que fue aceptado por la demandada. Sin embargo, posteriormente, la empresa presentó un presupuesto diferente en su demanda, con un importe mayor, incluyendo conceptos adicionales que no habían sido contratados ni autorizados por la Sra. Ana.

En virtud del acuerdo, la Sra. Ana abonó inicialmente un 40% del presupuesto, equivalente a 3.470€, y posteriormente realizó un segundo pago de 1.830€ a solicitud de la empresa, debido a problemas de planificación y ejecución por parte de la constructora. La empresa reclamó el pago de una cantidad pendiente, que la demandada negó, argumentando que el presupuesto utilizado en la demanda no había sido acordado y que, además, la ejecución de la obra había sido defectuosa, presentando numerosas deficiencias y retrasos injustificados.

A lo largo de la ejecución, la demandada solicitó reiteradamente la corrección de los defectos de la obra, los cuales incluían problemas como falta de iluminación en un pasillo, encimeras rotas y manchas en diversas superficies, sin que la empresa hubiera tomado medidas correctivas. Ante la falta de respuesta y la mala calidad de los trabajos, la Sra. Ana se negó a realizar más pagos, invocando la exceptio non adimpleti contractus (excepción de contrato no cumplido), considerando que la empresa había incumplido gravemente sus obligaciones contractuales.

Ante esta situación, Construcción S.L. interpuso una demanda reclamando el pago de 3.843,97€, argumentando la existencia de impagos. Sin embargo, en el juicio se evidenció que no se podía determinar con claridad qué presupuesto había sido realmente aceptado, ya que la propia empresa había presentado documentos contradictorios sin demostrar la existencia de un acuerdo firme sobre el presupuesto más elevado. Además, la prueba pericial y testifical confirmó la existencia de defectos en la obra, lo que reforzó la postura de la demandada respecto al incumplimiento contractual por parte de la constructora.

En su fallo, el tribunal desestimó íntegramente la demanda de Construcción S.L., absolviendo a la Sra. Ana de cualquier pago adicional y condenando a la empresa al abono de las costas procesales, al considerar que su reclamación carecía de fundamento probatorio suficiente y que no se había acreditado un incumplimiento contractual por parte de la demandada.

Objetivo. Cuestión planteada.

Que se desestime la demanda en su totalidad, con expresa imposición de costas a la parte actora.