El caso presenta la situación de Don Luis Luison, quien ha mantenido una relación de convivencia similar al matrimonio con Doña Ángela Paredes durante ocho años, teniendo dos hijos en común: de 14 y de 12 años. Actualmente, ambos progenitores viven separados en diferentes países, con los hijos residiendo con los abuelos maternos en España. Se destaca que a pesar de la separación, Don Luis Luison mantiene una estrecha relación con sus hijos, brindando apoyo económico constante y participando activamente en sus vidas a través de videollamadas.

El padre argumenta que tiene los medios económicos para hacerse cargo de los gastos de los niños y que su horario laboral flexible le permite dedicar tiempo adecuado a su cuidado y educación. Además, señala que los niños tienen fluidez en inglés debido a su educación bilingüe en España, lo que facilitaría su adaptación a vivir en Estados Unidos, donde reside el padre. Se subraya que en EE. UU., los niños recibirían atención médica y educación adecuada, y tendrían contacto con familiares cercanos, incluyendo a la actual pareja del padre, con quien mantienen una buena relación.

En función de estos argumentos, Don Luis Luison solicita la guarda y custodia monoparental de los niños y su traslado a vivir con él en Estados Unidos, considerando que esta decisión sería en beneficio de los menores, asegurando su estabilidad, desarrollo y crecimiento, y sin perjuicio del vínculo materno, ya que la madre reside en República Dominicana desde 2016. La parte argumenta que el traslado no sería negativo para los niños, ya que ofrecería un entorno cultural común y se podrían mantener comunicaciones fluidas entre ambos progenitores.

El objetivo del cliente, es obtener la guarda y custodia monoparental de sus hijos y trasladarlos a vivir con él en Nueva Jersey, Estados Unidos.

La estrategia del abogado se centra en demostrar que él es un padre capacitado y comprometido, y que el traslado de los hijos a Estados Unidos sería en su mejor interés. Se destaca la estrecha relación entre el padre y los hijos a pesar de la separación geográfica, así como la capacidad económica y disponibilidad del padre para cuidar de ellos. Se resalta la preparación de los niños para el traslado debido a su fluidez en inglés y la existencia de apoyo familiar en el lugar de residencia del padre.