Tras sufrir un accidente en carretera, el cliente decide  reclamar la cantidad correspondiente por daños materiales a la aseguradora del conductor que provocó el accidente, la cual se niega a pagar alegando que el accidente no tuvo lugar.

El objetivo del cliente es que le sea resarcida la cantidad correspondiente al valor de su vehículo en el momento del accidente, que ha quedado inutilizado, o por el contrario que se abone la cantidad para adquirir un vehículo semejante al suyo.

La estragia del abogado consiste en demostrar que el accidente efectivamente tuvo lugar y está dentro de los límites que marca la aseguradora para que los daños sean cubiertos. Así mismo en todo momento deja claro que el objetivo de su cliente no es enriquecerse injustamente a costa de la aseguradora.