Tras 6 años y medio de relación, nuestra pareja objeto del presente caso, formalizó su relación, haciéndose pareja de hecho en el año 2010. Formalizando su residencia habitual en Méjico, tuvieron poco después un hijo, nacido en España.

Durante la relación, la demandante se encargó de las tareas del hogar y cuidado de los hijos, entre otras actividades laborales, intercaladas con periodos de desempleo, que ayudaban a los gastos familiares. Siendo el principal sueldo de la familia, el del demandado.

Contando como hechos destacables, que en septiembre de 2013, la pareja invirtió conjuntamente en un restaurante en México, aproximadamente 18.000 euros. Además, la demandante invirtió entre 2500 y 3000 euros, en una tienda de ropa,  la cual finalmente quebró. Todo esto, sumado al gasto de 9000 euros, que la demandante tenía de ahorros de su anterior trabajo. (Profesora en un colegio en España, con un sueldo de 2000 euros al mes).

Finalmente, la relación se fue deteriorando, y la demandada en septiembre de 2014 volvió a España, interponiendo una demanda de medidas de hijos extramatrimoniales.

• Indemnización o compensación económica a favor de la demandante fijada en 30.800 euros. Dicha cantidad, se extrae de los ahorros realizados por la pareja, esto es 1.100 euros por 14 pagas, multiplicados por los 4 años, que han estado como pareja de hecho, demandante y demandado.
• Una pensión de 250 euros mensuales durante 2 años, haciendo una cantidad total de 6.000 euros, que se abonaran en una cuenta designada por la demandante, los 5 primeros días de cada mes y se actualizarán en función de las variaciones que experimente el IPC que publique el INE u organismo que le sustituya.
• Expresa condena a las costas a la parte de demandada.
• Aportar nóminas del demandado y resultados económicos de la sociedad creada, para la constitución del restaurante.

• Demostrar el empobrecimiento económico, que el inicio de la convivencia supuso para la demandante. Debiéndose únicamente, a que a deseo del demandado, tuvo que dedicarse al cuidado de la casa y familia, abandonando la actividad laboral que venía desempeñando con anterioridad.
• Demostrar que, durante la relación, existió una puesta en común de esfuerzo económico y ganancias. Esto, con la intención de subsanar el desequilibrio económico que hay entre ambos.