Mario estaba con su padre Antonio, ya que ese día le correspondía estar en su compañía en cumplimiento del régimen de visitas que se le había establecido. Debido al enfado del padre por su mal comportamiento escolar, al llegar al domicilio comenzó a propinarle diversos golpes en la cabeza y en el rostro, que hacen caer al niño al suelo y, una vez en el suelo, continuó dándole patadas en el costado.

Como consecuencia de estos hechos, Mario sufrió lesiones que necesitaron una única asistencia médica. 

Por otro lado, también se probó que estos hechos se habían repetido durante los periodos de estancia de Mario con su padre, con continuos reproches verbales que han acabado provocando un trastorno por déficit de atención con hiperactividad en el menor. 

El objetivo de la parte acusadora es que Don Antonio sea condenado a prisión por cada delito, con la accesoria de inhabilitación para el sufragio de derecho pasivo durante la condena y privación del derecho de tenencia y porte de armas. Además, la pena de prohibición de aproximación a la víctima, a su domicilio y a su centro educativo.

Para solicitar la condena, el abogado fundamenta que los hechos cometidos por Antonio constituyen dos delitos: un delito de violencia doméstica, y otro delito de violencia doméstica de maltrato psíquico.