Unos chicos se conocen durante unas fiestas, se dan sus números para ponerse en contacto más adelante. Sobre las 3:00 de la mañana, el chico se pone en contacto con la chica con la finalidad de verse, a lo que esta accede. Una vez que están juntos, el chico propone ir a su piso que tenía alquilado con unos amigos, que estaba vacío. Cuando llegan al piso, la chica, tras ir al baño, comienza a besar al chico sin ningún tipo de conversación. Cuando el chico va a iniciar la penetración, la chica se niega porque le duele. El chico desiste en ese momento, pero sigue probando conforme avanza la noche. Finalmente pasan a la masturbación y al sexo oral. A la chica también le dolia la masturbación, pero según ella, era un dolor soportable. Nuevo intento por parte del chico de penetrar, el cual consiguió introducir su miembro un poco, como le seguía doliendo, lo dejaron, y vieron que había una mancha de sangre en el colchón. Ambos le dieron la vuelta para que nadie se percatara de ello, y la chica decidió volver con sus amigas. El chico la acompañó hasta el lugar donde había quedado con sus amigas, y le dijo al chico que se fuera, que no hacía falta que esperara con ella.

Denunciar la comisión de un delito de agresión sexual, pidiendo una pena de ocho años de privación de libertad, una orden de alejamiento de la chica de 400 metros y la inhabilitación para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena. 

A su vez, también persigue una responsabilidad civil por los daños causados, cuya cantidad asciende a 8.000€.

Solicitando imposición de costas a la parte denunciada, incluidas las costas de la acusación particular.

La estrategia utilizada por el abogado defensor es hacer uso del testimonio de la chica que ha sufrido el perjuicio, junto con unos informes médicos que demuestran que la chica sufrio lesiones. Sin embargo, finalmente opta por llegar a un acuerdo con la otra parte, de manera que se cambia el delito de agresión sexual a abuso sexual, y su pena se reduce considerablemente.