El día 24 de octubre de 2000, en la localidad de Alcobendas, Juan Carlos circulaba conduciendo una motocicleta, propiedad de Luís, cuando al llegar a la intersección con la calle Miraflores, al observar que el vehículo, conducido por Francisco y asegurado por la compañía X, se incorporaba a la circulación desde la señal de stop, se cayó al suelo desplazándose varios metros por la calzada, tumbado sobre su lado izquierdo, instante en el que golpeaba la parte baja de la puerta del turismo, que ya se había adelantado aproximadamente un metro de la línea de detención señalizada con Stop. A consecuencia del accidente, Juan Carlos, quien convivía con su madre, resultó con heridas graves que le causaron la muerte. La motocicleta cuyo valor venal ascendía a 318.438 pesetas, tuvo daños materiales por importe de 843.852 pesetas.

Los perjudicados no han renunciado a la acción civil ni a la reservado para ejercitarla. Se determina cantidad líquida máxima que puede reclamar el perjudicado María Angeles, 80.657,77 euros por el fallecimiento de su hijo, y Luis los 843.852 pesetas, equivalente a 5.071, 65 euros, por los daños de su vehículo, cantidad que será satisfecha por la Compañía de seguros X.

El cliente es la Compañía de Seguros X y su objetivo es no aceptar la responsabilidad en el siniestro y defender la culpa exclusiva de la víctima.

La estrategia del abogado se basa en demostrar que el siniestro ya se había producido antes de colisionar con el vehículo asegurado por la Compañía X, y que se produce por la culpa exclusiva de la víctima al ir por exceso de velocidad.