El día 26 de mayo de 2014 Don Roberto fue contratado por la mercantil C a través de un contrato de trabajo de duración determinada eventual por circunstancias de la producción, a tiempo parcial. El contrato finalizó el 24 de agosto, siendo comunicado su terminación el día 18. Sin embargo finalmente fue prorrogado el 25 de agosto hasta el día 20 de noviembre.

Tras la finalización de la prórroga del primer contrato, al día siguiente, el 21 de noviembre de 2014 la mercantil volvió a contratar a Don Roberto con un contrato de trabajo temporal de duración determinada, esta vez por obra y servicio determinado, también a tiempo parcial y para realizar las mismas tareas y con la misma categoría profesional. Durante los 3 periodos laborales, la mercantil amplió a Don Roberto la jornada a 39 horas en varias ocasiones de manera sucesiva.

El día 14 de diciembre de 2015, la mercantil C notificó a Don Roberto el despido finalizando el contrato temporal, mientras Don Roberto se encontraba en incapacidad temporal, sin entregarle copia de la carta de despido.

El cliente es Don Roberto y desea que se declara el despido improcedente, siendo indemnizado como despido improcedente o readmitido en su puesto de trabajo.

La estrategia del letrado se centra en probar que se ha producido fraude de ley al contratar a Don Roberto de forma temporal varias veces sin concurrir la causa de temporalidad, debiendo por ello considerarse el despido improcedente de un contrato indefinido desde el inicio de la relación laboral.