Doña Rosario concertó los servicios de una agencia inmobiliaria en orden a arrendar una vivienda. Visitada la vivienda por Doña Rosario y siendo ésta de su agrado, negocia su arrendamiento con la propietaria de la misma y la agencia inmobiliaria entregando 2.700 euros en concepto de fianza, renta del mes de diciembre y comisión de la agencia y produciéndose la entrega de llaves, excepto un juego que se reserva el arrendador alegando que lo conserva para los operarios que han de terminar la instalación de la cocina. Cuando Doña Rosario se persona en la vivienda para comenzar con la mudanza comprueba que en dicha vivienda se encuentran viviendo otras personas que alegan su condición de arrendatarios, comunicándolo a la agencia inmobiliaria que desconocía la causa de dicho hecho.

Recuperar la posesión de la vivienda en orden a ejercer el derecho de arrendamiento que ostenta y el cumplimiento efectivo del contrato de arrendamiento por parte del arrendador.

Identificar a los ignorados y desconocidos ocupantes y moradores de la vivienda a fin de que exhiban la documentación que obre en su poder y conocer la legitimación de estas personas para ocupar la vivienda. Demostrar la legitimación de la actora en orden a ocupar la vivienda aportando los documentos suscritos entre la agencia inmobiliaria y la misma.