Pamplona, 01-06-2008

La Brigada de Estupefacientes de la Jefatura Superior de Policía de Pamplona llevó a cabo una investigación, seguimiento y escuchas telefónicas que habían puesto de manifiesta la existencia de varias personas dedicadas a la venta de pequeñas cantidades de cocaína. En concreto, habían descubierto que Don Pedro se dedicaba a la venta de cocaína a otras personas para que, a su vez, se la revendieran a consumidores en la ciudad de Pamplona y pueblos de alrededores. Por otra parte, a partir de dichas investigaciones, sospechaban que Don Álvaro se dedicaba a la introducción de cocaína en España, proponiéndole a Don Pedro que podían hacer buenos negocios con la droga a través de los puertos marítimos de Valencia y Barcelona, dado que tenía personas de cofianza trabajando en los mismos. Para hablar de este "negocio", Don Pedro, Don Álvaro y alguno más de los procesados en el sumario mantuvieron una reunión. De acuerdo con las declaraciones de éstos, durante la reunión, Don Álvaro manifiesta que él podía introducir grandes cantidades por vía marítima utilizando las importaciones de muebles, y que debía tratarse de cantidades de, al menos, 300kg de cocaína.

El objetivo de Don Álvaro es que se le absuelva de la pena solicitada por el Ministerio Fiscal.

El Abogado de Don Álvaro basó sus pretensiones en la falta de material probatorio que evidenciase la efectiva participación de éste en los hechos que se le imputaban. Así, una sentencia condenatoria infringiría el derecho a la presunción de inocencia del Art. 24.2 de la Constitución Española.