Barcelona, 22-09-1999

El 22 de septiembre de 1999, es la fecha en la que Don Rodolfo formaliza la Escritura pública de delación voluntaria de tutela. Don Rodolfo, mayor de edad y en pleno uso de sus facultades, desea nombrar un tutor para el supuesto de que, en algún momento del transcurso de su vida, sufra una enfermedad física o mental, que le impida valerse por sí mismo, y para el caso de que en dichas circunstancias, deban tomarse por una tercera persona decisiones relevantes sobre su salud, enseres personales, bienes, preparativos funerarios, autorizaciones médicas, y otras similares.

El problema central consiste en que el Don Rodolfo no confía ni en su mujer ni en su hija para que actúen en su nombre, en el supuesto de que se produzca alguna situación que le impidiese valerse por sí mismo, y desea nombrar como su tutor a la Doña Dolores, persona en la cual tiene depositada toda su confianza.

El cliente es Don Rodolfo, y su objetivo consiste en designar un tutor para el caso de que no pueda valerse por sí mismo, en caso de incapacidad.

El letrado procede a elaborar un documento de Escritura pública de delación voluntaria de tutela, en la que Don Rodolfo designe por escrito, y ante Notario, a la persona que quiere que sea nombrada tutor, en el supuesto que lo necesite.