Barcelona, 01-07-2007

El supuesto de hecho se inicia el mes de julio de 2007, cuando uno de los socios de la empresa A se percató que Don Carlos estaba realizando una serie de operaciones comerciales a nombre de la sociedad que a consideración de algunos de los socios de A, implicaban un desvío de clientes y de los beneficios de A hacia la empresa B. Paralelamente, en tanto la situación de la empresa era cada vez peor, los socios propusieron que uno de los trabajadores de la al que no podían pagar un salario, adquiriera el 33 % de las participaciones sociales, a cambio de ser el administrador de la sociedad. Carlos aceptó, y ante la nueva situación, cambiar su situación de trabajador asalariado a autónomo, tramitándole este cambio la gestoria habitual de la empresa A, la cual tuvo un error en los trámites llevados a cabo, gestionando el alta de Don Carlos en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos con una base reguladora inferior a la que tenia siendo trabajador asalariado, motivo por el cual Don Carlos consideró que no se habia respetado el pacto acordado.
 
Ante las irregularidades detectadas, el socio de la empresa A puso en manos de sus abogados esta situación, a fin de reclamar las responsabilidades correspondientes y negociar la salida de Carlos del cargo de administrador.

El cliente es Don Carlos, y su objetivo es demostrar que gracias a su gestión como administrador, la sociedad no se ha disuelto.

La estrategia del abogado consiste en presionar a la empresa a fin que no reclame cantidad alguna, y le abone la retribución correspondiente pendiente de pago por la prestación de sus servicios como administrador.