Supuesto de hecho.

En Enero de 1943, D. ALEJOS, compró a D. FRANCISCO, una finca rústica situada en la localidad de Tamarite de Litera.

Por la compraventa de la finca rústica, no se redactó documento alguno entre D. ALEJOS y D. FRANCISCO, y por tanto tal transacción no quedó reflejada en el Registro de la Propiedad correspondiente.

Fallecidos ambos contratantes, tanto D. ALEJOS y D. FRANCISCO, los herederos de D. ALEJOS deben recurrir a la adquisición de la propiedad por prescripción adquisitiva, puesto que no tienen documento alguno que acredite tal compraventa, mientras que sí pueden acreditar la posesión pacífica de la finca durante más de 50 años.

Ello, la posesión pacífica, viene a demostrarse mediante testificales, documentación e incluso mediante una declaración de los herederos legales de D. FRANCISCO, que aunque en el Registro de la Propiedad consta como propietario D. FRANCISCO, ellos mismos eran conocedores de la compraventa y por tanto realizan Declaración Jurada respecto de que la posesión la tenía desde hacía más de 50 años D. ALEJOS y sus herederos.

Objetivo. Cuestión planteada.

El cliente son los herederos de D. ALEJOS, y su objetivo es demostrar la posesión pacifica de la finca rústica durante más de 50 años, y por tanto la adquisición por prescripción adquisitiva. Y por tanto poder inscribir en el Registro de la Propiedad correspondiente, la finca, y a ellos como su titular.