Albacete, 28-01-2006

El día 28 de enero de 2006, los menores, Antonio, Vicente, Sergio y Eduardo, abordaron a Lorena y le palparon los pechos, las nalgas y sus partes íntimas. Seguidamente, a pesar de que la víctima intentó defenderse, los menores la agredieron ocasionándole lesiones consistentes en policontusiones de las que sanó sin necesidad de tratamiento médico o quirúrgico.

Los menores también golpearon a D. Rodrigo que acudió en defensa de Lorena, resultando este con lesiones consistentes en erosiones cutáneas y contusión craneal, de las que sanó sin necesidad de tratamiento médico o quirúrgico.

El cliente es el menor Antonio y su objetivo es demostrar su no participación en los hechos, especialmente ante la falta de pruebas de cargo contra él, sin llegar cuestionarse en ningún momento la posibilidad de una conformidad.

La estrategia principal del abogado se basa, por una parte, en afirmar que no se ha desvirtuado el principio de presunción de inocencia, por cuanto, en primer lugar, todos los menores han negado la comisión de los hechos, en segundo lugar, no existen testigos que presenciaran los abusos que la víctima dice haber sufrido por parte de los menores y en segundo lugar, porque ni en el parte médico aportado por la víctima ni en el informe del médico forense se refleja la existencia de dichos abusos.

Por otro lado, y con carácter subsidiario se insiste en que los hechos deberían calificarse como falta, habida cuenta que, aun en el supuesto de que fuera cierta la realidad de estos, la propia víctima reconoce que se trata de tocamientos externos por encima de la ropa y de manera fugaz, por lo que no habría quedado acreditada la existencia de ánimo libidinoso que caracteriza los abusos del artículo 181.1 del código Penal, conforme al cual el Ministerio Fiscal a calificado los hechos.

En consecuencia, y en el supuesto en que quedara acreditada la existencia de los abusos que Lorena dice haber sufrido, estos deberían ser calificados como una falta leve de vejación injusta tipificada en el artículo 620.2 del Código Penal.

En cuanto a las lesiones sufridas por Lorena y D. Rodrigo se argumenta que fueron éstos quienes agredieron a los menores por cuanto, todos ellos coinciden en que Lorena se acercó a Antonio y le pegó en la cara, así como, que D. Rodrigo lo cogió del cuello. Es más, la propia Lorena reconoce en su declaración que se produjo una pelea entre todos, por lo que se trataría en su caso de agresiones mutuas.