Que el trabajador, Sr. Saavedra, mantuvo una relación aparentemente civil con la compañía Pepe Carnes S.L., a través de un contrato de Trabajador Autónomo Económicamente Dependiente, suscrito en fecha 2 de noviembre de 2017, momento en el que se deberá fijar la antigüedad a todos los efectos. El trabajador se suscribió a una oferta de trabajo común publicada por la empresa, con la descripción de COMERCIAL, hecho que deriva en una clara falta de auto organización propia previa, tal y como luego desarrollaremos.

Así, el trabajador comenzó a prestar servicios para la compañía el 16 de septiembre de 2017 sin ningún tipo de contrato (ni laboral ni mercantil), ya que como decía el Sr. Pepe tenía que pasar un “periodo de formación”, siendo los efectos legales del alta de fecha 2 de noviembre de 2017.

Dicho contrato, firmado el pasado 2 de noviembre de 2017 y prorrogado posteriormente el 26 de marzo de 2018, finalizó el 6 de Junio de 2019 a través de una carta de aviso de rescisión de contrato que incumple con los requisitos establecidos en el artículo 55 del Estatuto de los Trabajadores y que se castiga con la IMPROCEDENCIA.

Que el despido se declare improcedente y que se le abone una cantidad monetaria por daños y perjuicios.

Se lleva a cabo la formulación de la DEMANDA en materia de RECONOCIMIENTO DE RELACIÓN LABORAL, DESPIDO y
subsidiara de RECLAMACIÓN DE CANTIDAD,