El demandado adquirió un perro mediando un contrato de compraventa con la sociedad del criadero de animales. Días después, el perro comenzó a encontrarse mal. El demandado intentó ponerse en contacto con el criadero sin éxito, por tanto, acudió a un servicio de urgencia veterinario donde el animal quedó ingresado y se le diagnosticó una enfermedad. 

Que se sigan los trámites del Juicio Verbal en reclamación de la cantidad de 703,36€, añadiendo las pertinentes costas e intereses legales contra el criadero demandado.

Este es un supuesto habitual en la compraventa de animales, en concreto de perros: la entrega de animales enfermos por los criaderos. Aunque el criadero se quedó en rebeldía y no contestó a la demanda, fue fundamental para el éxito de la demanda reunir una prueba completa. El cliente acudió a un arbitraje de consumo del Ayuntamiento que fue desatendido, se acompañó a la demanda el contrato de compraventa del animal enfermo, el informe clínico veterinario que trató al animal y la factura de la asistencia veterinaria, ya que el animal estuvo ingresado varios días.

Además, al acto de la vita acudieron la veterinaria que trató al perro y explicó la evolución de la enfermedad del animal, y la representante de la clínica que confirmó el pago de las facturas. Es un caso práctico real de responsabilidad civil contractual que en este caso para su éxito suele precisar tener un informe pericial (veterinario) que acredite la negligencia del vendedor del animal en este caso.