La noche del 22 al 23 de marzo, el señor Álvaro decide forzar la puerta de un trastero con el fin de apropiarse los bienes que pudiera encontrar. Allí encontró una bicicleta y varias herramientas. Mientras salía fue visto por una vecina lo que le hizo dejar la bicicleta y huir con las herramientas que ascendían a un valor de 520 euros.

Cuando el abogado analiza minuciosamente toda la documentación de su cliente en relación a otros procedimientos judiciales, descubre que había una SENTENCIA en la que ya se le condenaba por los mismos hechos que se le iba a enjuiciar en la causa en la que le estaba defendiendo.

Conseguir que no fuera privado injustamente de su derecho de libertad.

El abogado alegó por escrito la existencia de cosa juzgada aportando la SENTENCIA en la que ya se le había condenado por los mismos hechos.