Con fecha 8 de septiembre de 2007, los demandantes firmaron un contrato de compraventa de una vivienda que se encontraba en construcción, pero en 2008 apareció la crisis económica a nivel mundial, por lo cual las entidades financieras negaban los prestamos personales con garantia hipotecaria, a casi toda la población española. Esta parte acudió a varias financieras con el fin de obtener un prestamo hipotecario, todas ellas se lo negaban. Por lo cual, decidieron resolver el contrato de compraventa ante la imposibilidad de obtener la financiación. La otra parte hace caso omiso a la solicitud de rescisión contractual y le envia un buro fax comunicandoles la fecha de la firma de la escritura de compraventa de la finca, así como la pérdida de la totalidad de las cantidades abonadas en caso de no acudir a esa cita. 

Por lo que con fecha 24 de junio de 2020, la parte demandante presentó una reclamación extrajudicial contra la otra parte a fin de que se abonase las cuantias debidas a esta parte, sin respuesta positiva alguna. Por este motivo, interpuso una Demanda contra la otra parte.

Que se desestime íntegramente la Demanda formulada de adverso con expresa imposición de costas a la parte contraria con expresa declaración de temeridad en la interposición de la Demanda.

La estrategia del abogado es la siguiente:

1. No existe obligación de pago alguna por parte del cliente.

2. Que los demandantes resolvieron el contrato de compraventa, sin importar si dicha resolución fue como consecuecnia de la falta de financiación, lo cual no se acredita con la negativa de una entidad bancaria a conceder la financiación u otra.

3. La parte compradora podía subrogarse en el prestamo hipotecario concedido a la promotora.