La demandante es viuda desde el fallecimiento de su marido el 24 de junio de 2003. De dicho matrimonio nacieron 2 hijos. Tras el fallecimiento del cónyuge, su hija siguió viviendo en el domicilio conyugal hasta finales del 2011. Tras la agravación de la enfermedad de la demandante trasladó su residencia al domicilio de su hija y posteriormente fue ingresada en un centro geriátrico. La enfermedad imposibilita a la demandante para regir su persona y sus bienes motivo por el cual su hija instó el correspondiente procedimiento de incapacidad y se le nombró tutora de la incapaz. La demandante le otorga poderes generales a favor de su hija con la finalidad de poder gestionar la venta del piso ya que no podía residir sola, y con el dinero de la venta procurarse asistir a un centro asistencial adecuado. El 24 de mayo de 2012 se produjo la venta del inmueble propiedad de esta por 84.000 €. Y el 14 de septiembre de 2012 ingresó en un centro residencial debido al empeoramiento de su enfermedad. La administración del patrimonio de la demandante es gestionada por su hija y tutora. El 26 de noviembre de 2012, el demandado fue a buscar a la madre al centro residencial y con el pretexto de acompañarla a dar un paseo la llevo a una oficina, con mala fe, y autoriza un traspaso bancario de 45.000 € a su favor sin entender el significado de esta.

- La nulidad de la orden de transferencia.

- Que se condene al demandado a devolver 45.000 € más los intereses. 

La estrategia del letrado está destinada a demostrar los siguientes hechos:

1. La enfermedad de la demandante imposibilita para regir su persona y sus bienes. 

2. Que el demandado actuó de mala fe.