El Smart Contract se trata de un recurso que sirve para automatizar las instrucciones acordadas en un contrato, llamémoslo contrato clásico. En contenido debe seguir facilitando una información al usuario con la misma claridad que los contratos clásicos, como por ejemplo unos términos y condiciones un lenguaje sencillo pero que a la hora de realizar su ejecución pasa a automatizarse y alojarse en una red descentralizada (blockchain). Se puede entender que el Smart Contract tiene su régimen jurídico en el Código Civil, en concreto en sus artículos 1254 al 1319.

Con ellos se busca poder crear interfaces cada vez más intuitivas, depuradas y con bases técnicas sólidas. Su aplicación e implementación cada vez mayor supondrá agilizar los procesos y dotar de mayores garantías a los acuerdos establecidos entre las partes. 

Al tratarse de un acuerdo de parte este deberá tener como requisitos lo recogido por el artículo 1261 del CC y también es importante tener en cuenta el artículo 1262 del CC.

Aunque parezca en un primer momento el Smart Contract una vía para hacer desaparecer los contratos clásicos (y ya de paso el trabajo de los abogados) esto no sería viable ya que es necesario para armar un buen acuerdo, bien redactado, evitando así problemas en su ejecución. De igual manera es igual de importante disponer de profesionales que trasladen el contenido del contrato a código puesto que debe ser traspuesto fielmente, por lo que una buena comunicación entre la parte legal y tecnológica se hace esencial para la robustez en el Smart Contract.