En 2001 el Club Escocés y el jugador de fútbol Don Andrés suscribieron un contrato laboral que les vinculaba hasta el año 2005 y que fue posteriormente renovado en 2003 extendiéndose su duración hasta 2007. En mayo de 2006 Don Andrés decidió rescindir el citado contrato de manera unilateral  sin justa causa (inicialmente trató de alegar un incumplimiento contractual por parte del club pero finalmente renunció a tal posibilidad), amparándose en el artículo 17 del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA [RETJ].

En agosto de 2006 el jugador firmó un contrato de trabajo con el Club Inglés hasta 2009 sin que el Club Escocés percibiese compensación económica alguna, motivo por el cual presentó una reclamación ante la Cámara de Resolución de Disputas de FIFA [CRD] que resolvió, a principios de 2007, que el jugador debía indemnizar al Club Escocés por la cantidad de 625.000 libras esterlinas, siendo el Club Inglés responsable mancomunada y solidariamente de dicho pago, y que no sería elegible para participar en ningún partido oficial con su nuevo club durante dos semanas a partir del inicio del nuevo campeonato nacional de liga.

Tanto el futbolista como ambos clubes se mostraron disconformes con la Decisión de la CRD por lo que interpusieron recurso de Apelación ante el Tribunal Arbitral del Deporte [TAS] en mayo de 2007.

El cliente es el jugador Don Andrés, que solicita que el TAS reduzca la compensación económica a pagar al Club Escocés por la rescisión contractual y anule o, en su defecto, aminore la sanción deportiva. 

El abogado debe demostrar que las sanciones tanto económica como deportiva impuestas por la CRD a su cliente son injustas amparándose en el clausulado contractual y en la legislación FIFA, más concretamente en el análisis exhaustivo del artículo 17 del RETJ.