Doña Inés heredó el 50% de la nuda propiedad de una finca, la otra mitad la heredó su hermana Silvia, y el usufructo era propiedad de un tercer familiar. El objetivo de Doña Inés era quedarse con la finca, puesto que el usufructuario no mostraba ningún interés por el mismo y su hermana, Doña Silvia, quería vender su mitad.  

Doña Inés acude a nuestro despacho para que le expliquemos qué pasos tiene que dar.

Lo que tiene que hacer Doña Inés es una extinción de condominio o disolución de comunidad, con renuncia por parte del usufructuario al usufructo.

Quien le traspasa a Doña Inés su 50%, es decir, Doña Silvia, tendrá que abonar lo que le corresponda como ganancia patrimonial en su IRPF, y en cuanto a plusvalía municipal, si están bien hechas las cuentas y no hay excesos de adjudicación, se declarará como acto no sujeto.

Doña Inés tendrá que pagar el impuesto por actos jurídicos documentados, cuyo importe dependerá de la comunidad autónoma en la que se encuentre la vivienda.